LA DISGRAFÍA, EN NIÑOS

Es un trastorno que afecta a la calidad de la escritura, es decir, a su trazado. El niño con disgrafía muestra dificultad para escribir las letras de manera proporcionada, con los espacios adecuados y legibles. Algunas razones de la disgrafía son:
* De tipo madurativo, como escasa motricidad, problemas de equilibrio, inestabilidad, trastornos del esquema corporal o en la orientación espacial. 
* De personalidad. 
* Afectivas, ya que el niño puede reflejar, a través de la escritura, su estado de ánimo o posibles tensiones emocionales. 
* Pedagógicas, como la falta de entrenamiento en la adquisición de destrezas motoras o la excesiva rigidez en los métodos de enseñanza de la escritura.

Existen algunos rasgos que podemos observar en el niño con disgrafía, por ejemplo:
- Postura incorrecta para escribir, como torcer demasiado el papel o su cuerpo. 
- Sujetar inadecuadamente el lápiz o bolígrafo. 
- Presionar demasiado o muy poco al escribir. 
- Ritmo de escritura muy lento o demasiado rápido. 
- Tamaño de las letras desproporcionado (demasiado grande o pequeño) como consecuencia de movimientos desproporcionados de los brazos, muñeca o de una mala sujeción del lápiz. 
- Forma de las letras alterada, llegando a ser incomprensibles. 
- Espaciado inadecuado entre letras o palabras que produce confusión en los límites de las palabras. 
- Trazos exagerados y gruesos o demasiado suaves y prácticamente inapreciables. 
- Inclinación excesiva de los renglones.

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